El artista Mark Reigelman diseñó tres instalaciones permanentes específicas para el Aeropuerto Internacional de San Diego, en las que se muestran diversos diseños de aviones. La obra fue realizada en conjunto con el personal de los departamentos de Arte, Diseño y Construcción del Aeropuerto y el Museo del Aire y del Espacio de San Diego, con quienes el artista ideó un diseño que representa la historia aeronáutica local.
El diseño incluía tres estilos diferentes de aviones, que se instalarían como pantallas para que el público las viera. El proceso de desarrollo de los aviones comenzó con una serie de impresiones en 3D a tamaño completo que permitieron al artista ajustar la escala y afinar los detalles en función de los parámetros de lanzamiento e instalación.
Los modelos impresos en 3D permitieron que las aeronaves se moldearan y curaran completamente con uretano ignífugo de alto impacto, con un uretano acrílico de alto rendimiento para los recubrimientos.
