“El festival más importante de Argentina” no es un título que pueda ostentar cualquiera, y menos renovarlo año a año, pero parece que a Lollapalooza le queda cómodo y la edición 2019 fue un claro ejemplo. Artistas internacionales y nacionales de nivel, logística y producción funcionando con precisión, puesta en escena y artística, apuestas y experiencias nuevas, ¿Qué dejó la sexta edición del Lollapalooza Argentina?
El viernes empezó un poco más tarde de lo deseado y entre imprevistos no llegamos a ver a Wos y Parcels, dos propuestas más que interesantes para los tempraneros. Portugal. The Man no fue menos de lo que se esperaba y rockeó versiones de Nirvana y Metallica, entre otros, para cerrar con su clásico “Feel it still”. Rosalía estrenó su canción con J. Balvin “Con Altura” y a la altura estuvo su show, mixeando flamenco, rap, trap y reggeaton encendió al público. Khea en el Perry’s, y antes Seven Kayne con Bhavi, tuvieron muchísima convocatoria mostrando lo fuerte que está el trap en Argentina.
Cuando bajaba el sol, Jorge Drexler trajo un momento de paz y tranquilidad, con mucha gente viéndolo acostada en el pasto en modo festivalero, mientras que, al terminar, Interpol subió la temperatura en el main stage y preparó todo para los platos fuertes. Post Malone se presentó solo en el escenario, sin banda ni Dj, solo él sobre la pista, y fue suficiente, mientras que Twenty One Pilots rompió esquemas con otro de sus shows sorpresivos y enérgicos, para llegar al cierre del primer día. Solo quedaría tiempo para Steve Aoki con sus tortas y toda su puesta en escena cerraran el viernes ante un mar de gente que no quería irse del predio.
El sábado empezó con mucho talento nacional para quienes se animaban a llegar al mediodía: Ca7riel, Perotá Chingó, Perras on The Beach, entre otros dieron inicio a la jornada. Troye Sivan brilló con un poco más de su arte, luego del sideshow que había realizado entre semana, y la Batalla de Gallos volvió a confirmar que es una disciplina con muchísimos seguidores en el país. Juana Molina dejó uno de los mejores sonidos del fin de semana y en el mismo horario, Foals fue Foals, musicalizando el main stage a la perfección mientras el español C. Tangana traía un poco de trap extranjero en el Perry’s.
Fito Páez tuvo una franja horaria casi para el solo y la gente llenó el main stage 2 para verlo, en un show que fue disfrutado por grandes y chicos por igual. The 1975 y St. Vincent (con una propuesta muy interesante) fueron los aperitivos de los dos shows de la jornada. Sam Smith se presentó por primera vez en el país con un repertorio lleno de clásicos y emocionó a gran parte del festival; y el regreso de los Arctic Monkeys que era de lo más esperado, estuvo a la altura y detonó el Lollapalooza. El cierre del día estuvo en manos de Tiesto, reconocido mundialmente por su larga trayectoria en la música electrónica, que mostró la tendencia en el EDM de la escena mundial.
El clima volvió a acompañar el domingo, y en resumen terminó regalándonos tres días sin nubes, con un sol que brilló fuerte y temperaturas veraniegas. Después de las complicaciones del año pasado, en esta edición el clima no fue protagonista, y dejó que la música y los artistas lo sean. Y así empezó la recta final del festival, en una jornada que aparecía marcada por la presencia de Kendrick Lamar en Argentina.
Los que pudieron aguantar el ritmo del fin de semana presenciaron un poco de Lali, la Mona Jimenez, Lany o talentos nacionales como Barbi Renecati, Bambi, Naomi Preizler o Gativideo. Bad Gyal trajo trap de importación al Perry’s para que luego, C.R.O, Neo Pistea y Lucho SSJ tomen el mando con un repertorio de hits nacionales, e incluso inviten a Duki al escenario. La tarde se desarrolló en una dinámica festivalera como solo vemos en el Lollapalooza: gente descansando al sol, acostada en el pasto o yendo de un escenario a otro con total tranquilidad.
Snow Patrol, Greta Van Fleet (con un gran ensamble y sonidos muy Led Zeppelin) y Clairo, se repartieron a ese público nómade que fue de acá para allá durante un buen rato del día. Cazzu retomó la apuesta trapera y cerró con el estreno del remix de Tumbando el club, tendencia mundial en YouTube, junto con Neo Pistea, C.R.O, Lucho SSJ, Duki, entre otros. Caetano Veloso fue la alternativa musical en ese mismo horario, y musicalizó el ultimo atardecer del fin de semana y el cierre del festival comenzó a puro fuego con Paulo Londra, Jorja Smith y Kungs, presentándose en simultaneo.
Paulo contó con la presencia de Steve Aoki en el escenario donde anunciaron el remix de “Forever Alone”, Jorja y su voz detonaron el Alternative Stage y Kungs hizo mover a todos los que se hicieron presentes en el Perry’s. Lenny Kravitz tomó la posta en una novedosa e interesante propuesta de Lollapalooza, y sirvió de aperitivo para el plato fuerte: Kendrick Lamar. El rapero estadounidense explotó el festival por los aires con un show enérgico y potente, y fue sin duda la estrella de esta edición. En simultáneo, Dimitri Vegas & Like Mike bombardeaban al Perry’s con hits y sus últimos lanzamientos, y Vicentico se daba el gusto de presentarse en el Alternative.
Odesza tuvo en sus manos el lujo de cerrar el festival ante un público que, entre nostalgia y alegría, se despedía de un nuevo Lollapalooza. Sin problemas climáticos de por medio, ni inconvenientes para la gente, el festival se desarrolló al tope de sus posibilidades y permitió que todos lo disfrutaran tal cómo es: uno de los mejores festivales del mundo, y el mejor del país.
