La vuelta de un ritual

El ritual de las tardes de sábados en este verano porteño vibra un regreso mágico.  Con el misticismo y el espíritu que emana en cada sesión. La ceremonia es al aire libre, con palmeras, bajo el sol, junto al río. Algunos de sus fieles seguidores tuvieron su abstinencia festiva durante días, para estar abundantes de energía y así sentir cada instante de la celebración. Sobre todo si a quien vienen a alabar en este divertido encuentro de almas, es a uno de los exponentes más destacados de su religión.

La comparación con un rito pagano, no está tan alejada de la realidad. Cada edición de #PMOpenair, tanto en vivo, en su Oasis de Punta Carrasco, como en su versión virtual, en las redes sociales, genera una atracción de adeptos increíble. Son veneradores del sol bajo los influjos de sonidos electrónicos. Un ambiente muy chill al comienzo, explosivo en su cierre. Mix de tribus urbanas. Barbas, tatuajes, anteojos cancheros, gorras, sombreros. Ping – pong, metegol, bicicletas, licuados y tragos, selfies, eco friendly, pet friendly, gay friendly, muy friendly. Linda música para bailar. Inevitables ganas de volver al sábado siguiente, a la fiesta más instagrameada de Buenos Aires.

 

Después de un impasse de un par de semanas, en las que PM realizó sus ediciones en Punta del Este y en Mar del Plata (donde siguen cada miércoles y domingo de enero), el primer open air de Buenos Aires tuvo su regreso al Oasis de Punta Carrasco, donde continuará cada sábado hasta el final de esta temporada. En esta edición re opening, la cabina recibió la visita del español Rafa Cuartero, quien brilló con un set muy arriba, con timbales, con sonidos adorados por los seguidores del ritual. El line up se completó con Toomy Disco, un infalible amigo de la casa, y con un demoledor Jay West. Los tres con excelentes críticas en las redes sociales de PM.

Fotos: Jorge Aragón 

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