Calais es una ciudad del norte de Francia famosa por su tradición de hacer encajes debido a que a finales del siglo XIX, muchos artistas textiles e ingenieros de Inglaterra emigraron a Calais para escapar de las dificultades económicas y sociales, convirtiendo la ciudad en un centro industrial para la fabricación de encajes. En ese entonces, alrededor de 40.000 de los residentes trabajaban en las fábricas de encajes locales.
El Museo Francés de la Moda y el Encaje, Cité de la Dentelle et de la Mode, se inauguró en una fábrica restaurada del siglo XIX para honrar la tradición de la confección de encajes en Calais. Recientemente, una de las paredes del museo fue adornada por las manos del artista NeSpoon, con sede en Varsovia, quien la pintó con un intrincado diseño de encaje.
La artista describe todas sus obras como “un mix entre el arte callejero, la cerámica, la pintura, la escultura y la joyería”. La mayoría de las obras de NeSpoon consisten en impresiones de encajes tradicionales hechos en arcilla o pintados en las paredes.
“Calais, en el norte de Francia, es famosa por su tradición de hacer encajes. En el pasado, las fábricas locales empleaban a 40.000 personas en la industria de la confección de encajes”, se lee en la descripción del proyecto. “Hoy en la ciudad existe un museo del encaje único. Está ubicado en una fábrica del siglo XIX recientemente restaurada. Además de la gran colección de encajes, alberga máquinas para hacer encajes de 200 años que aún funcionan. Aprender a controlar esta máquina a nivel de maestro tomó hasta 12 años. El maestro tejedor controlaba 11.000 hilos al mismo tiempo “.
Para este proyecto en particular, la artista eligió pintar con aerosol un patrón de encaje a máquina que fue diseñado en 1894. Se encontró con este patrón en uno de los catálogos disponibles en el archivo del museo.
