El artista Alex Chinneck acaba de presentar su última obra de arte permanente, y para la que trabajó durante más de un año junto a ingenieros, albañiles y especialista en acero.
Se trata de una gigantesca fachada de ladrillos que parece desgarrarse a la que llamó “Seis alfileres y media docena de agujas”. Para la obra se utilizaron 4.000 ladrillos y 1.000 componentes de acero inoxidable.
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